Estamos en una de las fechas más significativas para creyentes y no creyentes. Mientras algunos disfrutan festejando el inicio de la primavera y el renacer de la naturaleza, otros evocan la liberación física y espiritual, la mayoría de los hispanos de fe, celebran la Resurrección o la esperanza de contar con una nueva oportunidad. ¡Y todos celebramos la vida! El motivo que sea que le demos al festejo, lo cierto es que hay un par de cosas que tenemos en común: excesos de comida y bebida, sumado al peligro de contagiarnos de COVID-19. Así es que tenemos algunas sugerencias para que puedas disfrutar de una celebración quizás distinta, un poco restringida, pero saludable y divertida.
Pequeños cambios y una diferencia para tu salud
En estas celebraciones hay muchos alimentos que aumentan la grasa y el azúcar. Por ejemplo, aquellas personas que celebran apegados a las tradiciones religiosas, prefieren evitar la carne y optan por el pescado. ¡Eso es muy saludable! El detalle está en que suelen comerlo frito, acompañado además con patatas que también fríen. ¡Y eso es una bomba para nuestro hígado! Una sugerencia simple e igual de sabrosa es preparar el pescado a la parrilla o al horno y acompañarlo con patatas doradas y ensalada verde.
Dale al conejito la oportunidad de crear nuevos hábitos
Si tienes niños, la llegada del conejito de Pascua y sus huevitos de colores es uno de los momentos más divertidos. Pero, puede convertirse también en uno de los peores con la cantidad de azúcar que comen (y comemos) en un día. Además, esto se suma a los eventos que van marcando en sus mentes el concepto de que “celebración es igual a golosinas”. Lo bueno es que no tiene por qué ser así. Se puede hacer ambas cosas: festejar y cuidar de la salud de nuestra familia. Recuerda que es precisamente durante la infancia cuando se crean las bases y los hábitos de alimentación que van a determinar su salud a futuro.
Aquí tienes algunas sugerencias para hacer una celebración entretenida y más sana:
Pinten huevos en familia:
Pon a hervir unos cuantos huevos hasta que estén duros. Los dejas enfriar y luego utilizas un kit de pintura para alimentos o incluso, las acuarelas regulares que tus hijos usan en la escuela o crayones no tóxicos para decorarlos. Además, es una actividad sencilla en la que pueden participar también los abuelos, convirtiéndola en una gran oportunidad para convivir con los nietos y crear recuerdos hermosos para todos.
Rellena huevos más saludables:
Reinventa los clásicos huevos rellenos de golosinas haciendo los tuyos. Compra algunos huevos plásticos vacíos, o bien, les quitas lo que traen. Rellénalos con pretzels, cereales integrales, frutas secas o almendras bañadas con chocolate. Una buena opción son los arándanos bañados en chocolate oscuro, porque el amargo del cacao puro se disimula con el dulce de la fruta. Asegúrate que no contengan azúcar añadida.
Prepara canastos de Pascua “inteligentes”:
Puedes armar cestas pequeñas que tengan algunos huevitos de chocolate, pero incluye también regalos como juguetes pequeños, lápices de colores, cuadernillos para colorear, brochetas de frutas, gelatinas individuales, etc.
En el caso de los adultos, otra sugerencia práctica para evitar ese golpe de carbohidratos en el cuerpo es que unos 30 a 45 minutos antes de probar los chocolates o la comida, consuman un par de cápsulas de NOPAL, ya que la fibra que contiene puede ayudarles a que la absorción de los alimentos no sea tan rápida, evitando las alzas de azúcar. (1)
Juntos, pero no revueltos
Aunque queramos, no podemos desconocer que la pandemia no ha terminado. Por lo tanto, si pese a las recomendaciones de las autoridades de salud (CDC) que insisten en que evitemos las reuniones, nuestros planes para un almuerzo de Pascua en familia siguen en pie, revisa estas medidas para disminuir el riesgo de contagio. (2)
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Si puedes participar de la celebración de manera virtual, hazlo.
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Recuerda que las indicaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades permiten reuniones en espacios cerrados de personas que provengan hasta de tres hogares diferentes.
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Intenta mantener la distancia.
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Usa doble mascarilla cuando no estés comiendo.
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Come al aire libre o abre las ventanas si estás en un espacio cerrado.
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Trata de que todo lo que usen sea desechable, como platos, vasos y cubiertos.
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Lleva tus salsas favoritas, ketchup o aderezos en paquetes pequeños individuales, para evitar el traspaso y la manipulación de los envases.
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Lávate las manos constantemente y revisa que tus hijos también lo hagan.
Puede ser que este año, sin imaginarlo, volvamos a tener en nuestras manos la gran oportunidad de seguir creando nuevas tradiciones y las bases de un mejor porvenir para nuestra familia. Todo depende de nosotros.
Sigamos trabajando por ser más saludables, juntos.
Tu equipo Santo Remedio