Cada año, en Estados Unidos, unas 24 mil hispanas reciben el diagnóstico de cáncer, más de tres mil de ellas mueren y casi la cuarta parte tiene menos de 65 años.
Las hispanas pertenecen al grupo al que se le detecta el cáncer de seno en un estado más avanzado y por eso se ha convertido en el tipo de cáncer que más muertes causa entre ellas. Por eso, el diagnóstico a tiempo es FUNDAMENTAL.
Además de la detección con exámenes de rutina, hay algunos cuidados que podemos realizar en casa para ayudar a aminorar ciertos dolores y molestias temporales que no siempre sabemos identificar si son algo normal o una señal de un problema mayor.
¿Por qué es tan importante cumplir anualmente con la palpación y mamografía?
El síntoma más común del cáncer de seno es una masa o bulto que, al tocarlo, se siente duro. Por lo general, no duele. Sin embargo, a veces puede doler y es blando, y en ocasiones, hay cáncer sin mostrar ninguna señal. Por eso es vital la revisión de un especialista, a través de la palpación y mamografía una vez al año, aunque no se manifieste ningún síntoma.
El dolor en los senos, ¿es una alerta de cáncer?
Hay dolores temporales que son comunes debido al tipo de tejido de los senos y al proceso hormonal. Esos cambios pueden producir mastalgia o dolor en los senos, debido al cambio en los niveles de estrógeno, que los vuelve más sensibles, los inflama, se sienten más rígidos y a veces, con ardor. Al menos 70% de las mujeres padece mastalgia constantemente y a cualquier edad desde la adolescencia, especialmente antes o durante el ciclo menstrual. Y también en la menopausia. Lo normal es que esas molestias duren unos días y luego desaparezcan. Si no desaparecen después de un par de semanas hay que acudir a una revisión médica para descartar fibrosis, quistes o calcificaciones.
¿Qué podemos hacer para aliviar naturalmente esas molestias temporales?
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Agrega a tu dieta semillas de linaza. Son ricas en ácidos grasos, con componentes similares al estrógeno que no sólo ayudan a disminuir el dolor y la inflamación, sino que apoyan la salud general de los senos. Puedes agregarlas enteras o molidas en ensaladas o postres. 1 a 2 cucharadas diarias.
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Prueba el hinojo o fennel, tanto su tallo como su raíz han demostrado que ayudan a disminuir el tejido fibroquístico del seno. Puedes incorporarlo regularmente a tus platillos como guisos o ensaladas. Y sus hojas, para preparar infusiones, especialmente durante esos días de intenso dolor.
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Usa el secreto de nuestras abuelas: compresas tibias. Puedes hacerlas simplemente con agua tibia o agregarle aceites como de ricino o castor, que ayuda a combatir la inflamación y el dolor. Usa una toalla o paño y lo empapas con el aceite tibio. No demasiado caliente, porque la piel de los senos es muy delicada.
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Otra opción es masaje con aceite cítrico, ya sea de limón o naranja. Hay muchos estudios que han mostrado que ayuda a calmar el dolor y la inflamación en los senos cuando se usa de forma tópica. Simplemente pones unas gotas en la piel, a temperatura ambiente y frotas suavemente.
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Suplementos de aceite de onagra o Evening Primrose, que contiene ácidos grasos esenciales para la salud de las mujeres. Diversas investigaciones han demostrado que su uso regular ayuda a disminuir la mastalgia relacionada a los cambios hormonales. Puedes tomar 1 cápsula de 1000 mg, tres veces al día.
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Prueba con Cúrcuma, ya que gracias a sus propiedades antiinflamatorias ayuda a disminuir también el dolor asociado a la inflamación. Además, se está estudiando su uso complementario en la prevención de problemas del seno más complejos. 1-2 cápsulas al día.
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Puedes beber una o dos tazas de Té de Jamaica, pues mostró que puede apoyar la salud del seno e, incluso, complementar los tratamientos de cáncer de mama.
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Omega 3, pues hay estudios que muestran que las mujeres con alta ingesta de ácidos grasos omega-3 sufren menos episodios de dolor e inflamación de los senos, e incluso, podría apoyar la salud completa de estos. 1-2 cápsulas de 1000 mg al día.
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¡Libérate! Cambia algunos de esos bonitos pero insoportables ajustadores o “bra” por otros más cómodos y menos apretados, que eviten lesiones en los senos.
Juntos, ¡más saludables!
Tu equipo Santo Remedio