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Hígado Graso, ¿Cómo Sé Si Lo Padezco?

Hígado Graso, ¿Cómo Sé Si Lo Padezco?

El dolor de estómago y la fatiga no siempre tienen que ver con un malestar pasajero, una comida que nos cayó mal o falta de sueño. En ocasiones es un síntoma de algo un poco más complejo, especialmente cuando el dolor o molestia ocurre al costado derecho superior del abdomen. Entonces, puede ser que tenga algo que ver con el hígado.

Ese pequeño órgano, triangular, se encarga básicamente de procesar las grasas que ponemos en nuestro cuerpo para convertirlas en energía. También nos ayuda a metabolizar las diversas sustancias, eliminando las toxinas. Otra de sus labores es ayudar a la digestión produciendo bilis. Pero hay ocasiones en que no logra cumplir con la demanda de trabajo que tiene y la grasa se comienza a almacenar, convirtiéndose en una toxina. Esto es lo que se denomina Hígado Graso no Alcohólico o NAFLD por sus siglas en inglés y no tiene que ver con alcohol.

De acuerdo a la Asociación Americana Gastroenterológica (AGA) entre el 30 y el 40% de la población adulta de Estados Unidos padece de este problema.

A cualquier edad se puede padecer de NAFLD, incluso, en los primeros años de vida, aunque las posibilidades de desarrollarlo aumentan con el paso del tiempo. (1)

¿Qué provoca un hígado graso?

Todavía no se sabe a ciencia cierta por qué algunos hígados comienzan a acumular grasa y peor aún, por qué algunos van más allá, se inflaman y cicatrizan. Pero hay ciertos factores que facilitan ese camino:

  • El exceso de peso.

  • La resistencia a la insulina y el azúcar alto.

  • Descontrol de los lípidos, como colesterol y sobretodo, triglicéridos demasiado altos.

También pueden influir:

  • Algunos medicamentos

  • Enfermedades autoinmunes del hígado o metabólicas

  • Hepatitis viral

  • Alcohol (2)

Muchas veces la persona con hígado graso no presenta ningún síntoma ni molestia. La única manera de percatarse inicialmente es a través de un examen de sangre que muestre niveles hepáticos altos, lo cual se debe confirmar con una biopsia hepática. Algo que ocurre comúnmente en personas que padecen de síndrome metabólico. Es decir, que tienen sobrepeso u obesidad, resistencia a la insulina, diabetes, niveles altos de lípidos e hipertensión. (2)

El hígado graso puede ser:

  • Simple o enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), como tal.

  • O complicarse debido a la inflamación, provocando hinchazón del abdomen, de los vasos sanguíneos que se pueden percibir a través de la piel, la cual además se va tornando amarilla, entre otros efectos. En ese momento se convierte en esteatohepatitis no alcohólica o NASH y de acuerdo a los expertos, el 20% de las personas con hígado graso llegan a este punto.

  • Cuando la inflamación es más intensa y el hígado no logra detenerla, se va produciendo fibrosis o cicatrización, la cual desencadena cirrosis. Si no logra frenarse a tiempo, esta complicación puede terminar en cáncer de hígado o insuficiencia hepática terminal, en la cual este órgano simplemente deja de trabajar. (1)

¿Existe tratamiento para el hígado graso?

Existen algunos medicamentos que ayudan a mantener bajo control los lípidos, así como algunos que colaboran con el manejo de la insulina y disminuyen la inflamación del cuerpo, que también es clave. El otro aspecto importante que se incluye en todo tratamiento es trabajar en los distintos frentes que permitan la pérdida de peso, incluyendo dieta, actividad física, uso de medicinas e incluso, cirugía de ser necesario. (2)

¿Qué hacer para evitarla?

Lo mismo recomendado para otros aspectos fundamentales de la buena salud:

  • Comer saludablemente, evitar subir de peso, mantenerse activo. (3)

  • Tener hígado graso no significa que debas eliminar todas las grasas, sino que puedes sumar aquellas saludables como las de tipo vegetal, en cantidades moderadas y de acuerdo a las indicaciones de tu especialista.

Es importante preguntarle a tu médico por los niveles hepáticos en tu examen de rutina, especialmente si tienes algunas de las enfermedades del síndrome metabólico. Mientras tanto, refuerza tu cuidado preventivo para mantener a raya este y otros problemas de salud.

Seamos más saludables juntos,

Tu equipo Santo Remedio

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