Un Superman de la vida real
Hemos visto a Antonio o Toño Mauri en decenas de telenovelas, pero la que protagonizó en el último año, en la vida real, tras contagiarse de COVID-19, superó cualquier guión de la pantalla.
Dr. Juan fue parte fundamental de esa travesía que a todos nos deja numerosas lecciones de fe, de esperanza, de lucha incesante, de la ayuda correcta en el momento preciso, pero también, de que pese a que estamos más cerca del final de este largo túnel, el coronavirus sigue siendo un enemigo muy peligroso y traicionero. Por eso, Dr. Juan viajó al centro de la Florida, a la ciudad de Gainsville, donde el actor y cantante se encuentra recuperándose junto a toda su familia, para entrevistarlo, después de pasar ocho meses hospitalizado, cuatro de estos en estado de coma, tras numerosas complicaciones que casi le quitan la vida.
La dramática experiencia del actor con el coronavirus comenzó el 26 de junio del 2020. Y aunque al principio parecía ser leve, con síntomas moderados, poco a poco comenzó a complicarse.
Cuando recién se enteró de su contagio, Toño lo compartió con su público a través de Despierta América, de Univisión. Pero sus síntomas empezaron a ser más complicados, especialmente cuando la tos se hizo incontrolable y comenzó a tener dificultades para respirar. Entonces, consiguió el contacto de Dr. Juan para pedirle algunos consejos. Y en el momento en que se le bajó el nivel de oxígeno, nuestro doctor le recomendó ir de inmediato al hospital.
“Cuando entré a la antesala de urgencias, fue cuando sentí que había algo mal… Me dijeron te vamos a pasar a una cama de terapia intensiva y fue cuando dije: ‘no me voy a ir de aquí’”, contó Toño en la entrevista. De hecho, fue ingresado a la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Monte Sinaí de Miami Beach, donde su pronóstico era cada vez más devastador.
Su médico a cargo, el doctor Claudio Tuda, contó que su diagnóstico en ese momento fue neumonía moderada, la cual requería asistencia de oxígeno, aunque no en grandes cantidades. Pero el cuadro se fue complicando, hasta desarrollar neumotórax, que es el término que explica el colapso del pulmón.
Esto hizo que Toño Mauri cada vez dependiera más de la máquina de oxígeno, porque perdía la capacidad de respirar por sí mismo. “Me aferré a Dios porque sabía que el que estaba en ese momento conmigo era Él. Y cuando me iban a llevar al quirófano cerré los ojos y le pedí a Dios que me diera la mano y que no me soltara. Y sentí su mano”, comentó Mauri.
De manera casi milagrosa, cuando todo mostraba que no iba a sobrevivir, el actor volvía a salir adelante y parecía que lo había superado. Entonces aparecía una nueva complicación, como un sangrado gastrointestinal. La primera buena noticia, después de meses de estar al borde de la muerte fue saber que había superado el virus como tal. Eso lo llenó de esperanza y fuerzas. Pero luego, supo que el daño que había causado en su organismo era peor de lo que se pensaba.
Toño le ganó la pelea a la muerte cuatro veces. Usó ventilador y bomba extracorpórea, una especie de corazón y pulmón artificial que permite sacar la sangre del paciente, oxigenarla y volver a ponerla en la persona. De esa manera, a los pulmones se les brinda la oportunidad de descansar y recuperarse del proceso inflamatorio que están experimentando. Para que tengas una idea de la gravedad del estado de Toño, este proceso de “descanso” para los pulmones, en promedio, suele usarse aproximadamente por una semana. En su caso, debió hacerlo por unos setenta días.
Debido precisamente a su delicado estado, Toño fue transportado vía aérea de Miami al Hospital Shands de la Universidad de la Florida, en Gainsville, para ser atendido por especialistas en trasplante de pulmón. En ese momento sus expectativas de vida, sin un trasplante eran nulas. Afortunadamente, diez días después de su arribo, el actor recibió la noticia de que había pulmones que podían ser compatibles con él. Y eso le salvó nuevamente la vida.
Toño nunca dejó de dar la pelea. “Me acuerdo que cuando el doctor me dijo que ya no me iba a acordar de nada, porque me iban a dormir, lo que pensé en ese momento fue: ‘me voy a despertar. Me voy a despertar para hacer lo que tengo que hacer’. Si Dios decide que no, lo recibo con todo el amor y respeto del mundo, es mi tiempo. Pero sí quería regresar y le pedí que me regresara”. Y así lo hizo.
La sensación de despertar nuevamente sin tubos conectados a su cuerpo y poder respirar por sí mismo, para Toño fue indescriptible. El mayor milagro y definitivamente una nueva oportunidad para seguir viviendo.
Para Dr. Juan una de las cosas más increíbles que experimentó durante toda esta travesía del actor mexicano, fue comprobar lo que él llama un “misticismo” que se creó en el hospital alrededor de Toño Mauri, donde cada integrante del personal que lo asistía se conectó emocionalmente con él, mientras permanecía en coma, gracias a su lucha impresionante, a sus ganas de vivir y su increíble capacidad de superar lo que parecía imposible.
Finalmente, el 12 de febrero, después de ocho intensos meses, Toño Mauri pudo salir del hospital para reencontrarse con sus hijos Carla y Antonio, su yerno Pablo y su esposa Carla, con la que lleva 29 años de casado y fueron piezas fundamentales en todo este proceso. Su familia sin duda, fue el motor que lo mantuvo con la fuerza y esperanza para seguir luchando.
Toño Mauri ya está en su casa temporal, en Gainsville, pero diariamente debe acudir al hospital para continuar con terapias y medicamentos que eviten nuevas complicaciones. Queda un largo camino de recuperación pero permanece al lado de su familia que lo cuida y apoya para todo lo que viene por delante, valorando sobre todas las cosas, el inmenso regalo de estar juntos.
Toño representa para todos nosotros una historia de éxito, de familia, de fuerza, de esperanza, de ciencia y también de mucha fe. No en vano, su esposa siempre confió en que la gran cualidad que podría sacarlo adelante era precisamente su impresionante fe.
Una experiencia milagrosa que ¡nos da tantas lecciones! Aunque estemos en la última etapa de esta pandemia, debemos seguir cuidándonos, querer más a nuestros seres queridos, unirnos como familia, confiar en la ciencia y no perder la fe ante estas duras pruebas que nos pone el coronavirus.
Sin lugar a dudas, sin imaginarlo, Toño se puso el traje de Superman, para cumplir el mejor papel de su carrera y escribir una historia que nos inspira a todos.
Revisa la entrevista completa aquí.
¡Sigamos más fuertes y saludables, juntos!
Tu equipo Santo Remedio