¿Estamos ya al punto de retomar nuestras vidas como eran antes? La respuesta no está tan clara. Estamos efectivamente más cerca, pero en definitiva, no es algo que ocurrirá hoy o mañana. Como dicen por ahí: “hay que bajarle tres rayitas al acelerador”, eso, si queremos avanzar seguros.
Los cambios concretos
Estas semanas hemos visto que las autoridades a nivel nacional, así como las de algunos estados, han tomado decisiones que debemos tener en cuenta.
La primera, fue hecha por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), que es fundamentalmente la entidad que nos rige en cuanto a regulaciones sanitarias. Ellos publicaron un primer informe que enumera lo que pueden hacer y lo que deben seguir evitando las personas que ya se han vacunado con todas las dosis que proporcionan la protección inmunitaria suficiente para dar un paso hacia la “normalidad”. (1)
Entre los principales cambios positivos que menciona este informe están:
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A partir de ahora las personas que tienen sus dos dosis de vacunas (en el caso de Pfizer y Moderna) o su dosis única (de Jhonson & Jhonson) pueden reunirse con otras que estén en las mismas condiciones. Y pueden hacerlo en espacios cerrados sin tener que usar la mascarilla ni mantener la distancia física.
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También pueden reunirse con personas no vacunadas que viven en su hogar, siempre que estas no presenten enfermedades de alto riesgo. Pueden hacerlo sin mascarilla y sin mantener el distanciamiento.
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No necesitan guardar cuarentena o hacerse una prueba de COVID-19 después de estar expuestas a una persona contagiada, siempre y cuando no presenten síntomas.
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Pero deben seguir usando mascarillas y manteniendo la distancia física en espacios públicos.
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Y deben mantener las mismas medidas si visitan a personas que no están vacunadas y viven en otro hogar.
Lo que todavía NO pueden hacer:
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Los CDC no recomiendan reuniones numerosas o medianas. Hasta ahora, las guías siguen siendo las mismas que tenemos todos. Y en caso de que una persona vacunada participe de un encuentro numeroso, debe seguir usando una mascarilla bien ajustada, guardando el espacio físico y lavándose las manos con frecuencia. (2)
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Por el momento los encuentros también deberían ser a nivel local, ya que los CDC sugieren que las personas vacunadas no viajen, para no correr el riesgo de contraer las nuevas variantes del virus, pues la efectividad total de las vacunas frente a estas todavía no se conoce con certeza.
Aquí puedes revisar todos los aspectos considerados en el informe.
La nueva normalidad de algunos estados
- Otro de los cambios lo han adoptado las autoridades estatales como las de Texas —un punto muy golpeado por la pandemia— y Mississippi, que, sin embargo, decidieron descartar el uso obligatorio de mascarillas y abrir los restaurantes y comercio en general a su capacidad regular. Un salto drástico.¿Qué tanto aumentará los casos del virus? Lo veremos a partir de algunas semanas. Sin embargo, no es una medida que tenga muy contentos a los expertos y sobre todo, al personal médico de hospitales, que es, a fin de cuentas, quien lleva el mayor peso sobre sus hombros al momento de la verdad.
Paso a paso, el ritmo clave para nuestra seguridad
La mayoría de los expertos de la salud cree que en el mejor de los casos, en el otoño podríamos volver a sentir realmente que las cosas comienzan a tomar un sentido masivo de normalidad, donde ya no tengamos que estar conscientes a todo momento de esos 6 pies de distancia, de la mascarilla y el gel con alcohol a cada momento. Pero para que eso pueda cumplirse el avance gradual es fundamental.
Como también lo es continuar apoyando nuestro sistema inmunológico y enfocándonos en controlar todos aquellos aspectos que pueden afectar nuestra salud, como exceso de peso, diabetes, presión alta, colesterol y triglicéridos, demasiado estrés y desorden del sueño. Saber cuán importantes son estos para enfrentar una crisis de salud ha sido una de las grandes lecciones de esta pandemia y no deberíamos pasarla por alto.
No todos volveremos a saludarnos de mano o beso en la mejilla. Esta larga pandemia nos cambió en muchos aspectos. Hoy tenemos mayor consciencia de que un simple gesto de cariño, amistad o educación puede llegar a matarnos si contraemos un virus peligroso o nuestro sistema defensivo está deprimido. Cada persona procesa las cosas de manera diferente y por lo tanto, tendrá una postura distinta aun después del COVID-19 y tendremos que aprender a respetarlas y convivir con ellas. Algunos nunca más usarán una mascarilla en sus vidas, otros continuarán haciéndolo durante viajes en avión, espacios cerrados o donde no se sientan confiados, especialmente si tienen enfermedades de alto riesgo. Y es respetable en todos los casos.
Probablemente la aceptación de los distintos “niveles de normalidad”, según la percepción o situación personal de cada quien sea el mayor desafío para todos. Mientras tanto, sigamos avanzando de forma responsable, un paso a la vez, para que ese regreso no tarde más de lo esperado.
Seamos más saludables juntos.
Tu equipo Santo Remedio
