Es muy fácil tirar por la borda una dieta simplemente porque sentimos hambre todo el tiempo. Pero es importante que sepas que tienes más control sobre tus ganas de comer de lo que piensas. A continuación te damos tres consejos científicamente probados para combatir el hambre y lograr que las dietas te den mejores resultados.
#1 Bebe más agua
Si realmente hemos hecho dieta, hemos escuchado decir que tener hambre a menudo significa que en realidad solo tenemos sed. Mantenernos hidratados no solo es fundamental para la salud, especialmente durante la dieta, sino que también puede ayudarnos a adelgazar.
Un estudio comparó a personas que hicieron dieta bebiendo 2 tazas de agua antes de sus comidas con quienes no lo hicieron. Este mostró que aquellos que bebían agua ingerían menos alimentos y terminaron perdiendo un 44% más de su peso (!) que aquellos que no lo hicieron.
El estudio planteó la hipótesis de que beber agua ayudó a los participantes a sentirse más satisfechos, por lo que comían menos y no sentían la necesidad de hacerlo en exceso.
Esto es extremadamente importante si estamos tratando de perder peso y combatir el hambre.
#2 Come un buen desayuno
Saltarse el desayuno se ha relacionado durante mucho tiempo con más hambre y con comer en exceso más tarde durante el día. Es mejor tener un desayuno saludable. Los estudios, incluso, muestran que un desayuno rico en proteínas puede ser más eficaz para reducir el hambre durante el día y promover la pérdida de peso.
Un estudio realizado el 2010, publicado en International Journal of Obesity, investigó a adolescentes y encontró que una dieta rica en proteínas los ayuda a comer menos durante el día y en general. También les generó niveles más bajos de hambre y más altos de saciedad.
¿Te estás saltando el desayuno? Entonces prepárate para sentir más hambre en las horas siguientes.
#3 Enfócate en la fibra
Una dieta rica en fibra no solo es buena para la salud del corazón. También puede ayudarnos a sentir menos hambre y perder más peso.
Un extenso estudio realizado durante 5 años entre pacientes con síndrome metabólico, el precursor de muchos problemas de salud, incluida la diabetes, encontró que los participantes que solo cambiaron la variable de comer alimentos ricos en fibra, perdieron más peso que aquellos que no lo hicieron.
La buena noticia es que hoy en día es más fácil que nunca encontrar fuentes de fibra de alta calidad.
Generalmente, la fibra se presenta en dos formas: soluble (se disuelve en agua) e insoluble (no se disuelve en agua).
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La fibra soluble se encuentra en muchos suplementos populares, como el nopal, e incluso en algunas proteínas en polvo.
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La fibra insoluble se encuentra principalmente en verduras y legumbres. Así es que a abastecerse de frijoles, verduras de hoja verde, brócoli y apio. Todos son ricos en fibra y pueden combatir el hambre.
Tú tienes el control
La próxima vez que el hambre te golpee y te den ganas de dejar tu dieta, tómate un momento para pensarlo mejor y darte cuenta de que tienes el control.
Puedes tomar medidas a diario, como beber más agua, comer más fibra y no saltarte el desayuno, lo cual puede reducir esas ganas de comer y brindarte poder sobre tu dieta… Y no al revés.
Puedes lograrlo, si lo planificas bien y te preparas para eso.
Seamos más saludables, ¡juntos!
Tus amigos de Santo Remedio