El emperador Shen-Nung, a quien se le considera el padre de la antiquísima Medicina Tradicional China, registró hace unos 5 mil años en un libro, unas 365 plantas medicinales que se encargó de poner a prueba de manera personal. Entre estas, una de sus favoritas fue esta raíz, a la cual le adjudicó una lista de propiedades y 21 usos. No en vano, la llamó panacea, algo así como “buena para todo”. Entre las propiedades más destacadas estaban su contribución a la energía y para disfunción eréctil. Desde entonces, no hizo sino ganar fama, sobre todo en esas áreas (1). Y aunque han pasado tantos años, su buena reputación nunca ha perdido puntos. Todo lo contrario.
Por esta razón, como la falta de energía, vitalidad y concentración son males comunes, que entorpecen nuestra rutina constantemente, queremos compartir esta receta para levantar ese ánimo cuando te haga falta de una manera deliciosa, fácil, rápida y saludable.
Ingredientes
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1 trocito de raíz de ginseng rojo o el contenido de 1 cápsula si lo tienes como suplemento
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1 bolsita de té verde
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2 hojas de menta fresca
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2 tazas de agua hervida
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1/2 taza de arándanos azules
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1 taza de agua fría
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Hielo (opcional)
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Stevia o miel (opcional)
Preparación:
En una jarra de vidrio resistente al calor, agrega el ginseng y las 2 tazas de agua hervida. Revuelve y deja reposar por unos minutos hasta que disminuya levemente el calor. Luego, agrega el té verde. Deja que repose y enfríe. Mientras tanto, pon los arándanos, la menta fresca y la taza de agua fría en una licuadora. Licúa muy bien. Cuando el té esté frío, quita la bolsita y mezcla con el licuado de arándano. Puedes agregar unas gotitas de miel o stevia y hielo si gustas.
Toma un vaso y guarda el resto en la jarra de vidrio, en el refrigerador.
No tomes más de tres tazas al día. Dosis demasiado altas de ginseng pueden provocar dolor de cabeza y otras molestias.
¿Para qué sirve?
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Más energía, mayor vitalidad y concentración
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Contra la fatiga
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Apoyo inmune
¿Por qué sirve?
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Hay numerosa información que se refiere a los múltiples usos del ginseng y sus capacidades ayudando a la salud en general, desde distintos ámbitos, incluso, como adaptógeno para reaccionar frente al estrés. (1)
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Se ha recetado a pacientes que se recuperan de una enfermedad o de una cirugía porque estimula el sistema inmunológico y aumenta la resistencia. También puede disminuir el estrés y mejorar el rendimiento físico y mental, ayudando a combatir la depresión (2), ansiedad y fatiga crónica. (3)
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Se ha investigado ampliamente su uso para tratamientos que eviten o retarden el deterioro del sistema nervioso central y sus consecuentes enfermedades como Alzheimer, Parkinson, isquemia cerebral, depresión y otros trastornos, apoyando sus efectos farmacológicos y terapéuticos. No solo evita el deterioro, sino que entre otros efectos, sus compuestos podrían ayudar a la plasticidad de los neurotransmisores y a mejorar la actividad cerebral en general. (4)
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Por su parte, el resto de ingredientes también colaboran.
El té verde ayuda a mejorar la concentración, la memoria, la atención y la capacidad física. (5, 6)
La investigación también apoya el papel de los arándanos especialmente estimulando el cerebro y la memoria (7). De igual forma se ha probado que mejora la resistencia y desempeño físico. (8, 9)
La menta, por su lado, apoya en las mismas tareas tanto a nivel físico como mental. (10)
Ya tienes otra manera deliciosa de seguir sumando a tu salud, y juntando esa cuota extra de energía completa, desde la cabeza a los pies.
Seamos más saludables, juntos.
Tu equipo Santo Remedio.