A medida que las hojas cambian de color y bajan las temperaturas, nuestras defensas también pueden debilitarse si no nos cuidamos. El cambio de estación afecta desde nuestros ciclos de sueño hasta la ingesta de nutrientes. Menos vitamina D por la falta de sol, más estrés por las rutinas y la exposición a más virus de resfriado y gripe ponen a prueba nuestra inmunidad.
Según el CDC, los adultos suelen tener un promedio de 2 a 3 resfriados al año, la mayoría durante el otoño e invierno. Por eso, darle un reset a tu sistema inmunológico en esta temporada puede marcar una gran diferencia. Aquí tienes algunos consejos:
1. Añade alimentos de temporada
Los productos otoñales como la calabaza, el zapallo, las batatas, las manzanas y las remolachas son ricos en vitaminas A y C, esenciales para mantener un sistema inmune fuerte. Sopas y tés calientes, ricos en nutrientes, también ayudan a fortalecer tu cuerpo y mantenerte abrigado.
2. Prioriza el descanso y el manejo del estrés
Los días más cortos pueden alterar el sueño y debilitar tus defensas. Procura dormir entre 7 y 9 horas de descanso de calidad. El manejo del estrés es igual de importante: actividades como la meditación, escribir en un diario o una caminata diaria ayudan a mantener el cortisol bajo control, lo que refuerza tu inmunidad.
3. Refuérzate con suplementos
Aunque lleves una dieta saludable, puede ser difícil cubrir todas las necesidades nutricionales diarias. Los suplementos son una manera práctica de llenar esos vacíos. Aquí algunos de nuestros favoritos:
- Moringa + Guanábana: ricos en antioxidantes que apoyan al sistema inmune.
- Vitamina D: suele bajar en otoño e invierno, pero es clave para combatir infecciones.
- Zinc: ayuda a sanar y a defenderte de virus.
- Digestion Plus: respalda la salud intestinal, donde reside hasta el 70% de tu sistema inmunológico.
Piensa en el otoño como una oportunidad para escuchar a tu cuerpo y fortalecer tus defensas naturales. Al combinar alimentos completos, buen descanso, manejo del estrés y los suplementos adecuados, puedes crear una base sólida para los meses fríos que vienen.
Un poco de cuidado adicional ahora significa menos días de enfermedad, más energía y una transición más saludable hacia el invierno.
Tu equipo de Santo Remedio