¿Por qué deshacerse de esas libras que sobran se vuelve tan difícil después de los 40? ¿Por qué nuestros jeans y blusas se sienten más ajustadas? Si estás atravesando la perimenopausia o la menopausia, es fácil culpar a las fluctuaciones de estrógeno y a otras hormonas. Pero una investigación reciente muestra que el estrógeno podría no ser el único factor en juego. ¿La buena noticia? Aumentar de peso después de la menopausia no tiene por qué ser una realidad.
Resulta que los hábitos alimenticios y de ejercicio impactan mucho más en el peso corporal que la disminución de los niveles de estrógeno, lo cual explica el peso ideal de aquellas mujeres en menopausia que comen bien y se mantienen activas. Me he dado cuenta de que muchas mujeres llegan a la menopausia con 10, 20 e incluso 30 libras de sobrepeso debido a una mala alimentación y a un estilo de vida sedentario. El exceso de azúcar, el alcohol y la falta de ejercicio o de entrenamiento con pesas son los principales factores.
Los estudios demuestran que la pérdida de estrógeno no equivale necesariamente a un aumento de grasa. Entonces, ¿cuál es el principal culpable de este exceso de libras?
A medida que envejecemos, nuestra tasa metabólica disminuye. Es decir, que baja la cantidad de energía que el cuerpo necesita para realizar sus tareas. El músculo es un tejido de alto mantenimiento que consume más energía para mantenerse que los tejidos grasos. A medida que envejecemos, experimentamos una disminución constante del tejido muscular. Esto hace que el cuerpo necesite menos calorías. Desafortunadamente, los cambios hormonales durante este tiempo aceleran la pérdida de masa muscular. La combinación de tener menos masa muscular, que es el tejido que quema calorías, comer y beber más por estrés, ansiedad o simplemente porque nos rendimos a los cambios, es la razón por la que sufrimos de exceso de peso.
Para combatir la acumulación de grasa, el mejor enfoque no es una dieta restrictiva. Intenta consumir entre 1200 y 1500 calorías de alimentos nutritivos e incorpora ejercicios aeróbicos y de entrenamiento con pesas. Esta combinación ayuda a quemar grasa y desarrollar músculos mientras reduces el estrés y los niveles de cortisol, contribuyendo con esto a la disminución de esas libras acumuladas en el abdomen.
Adopta mejores hábitos alimenticios y una rutina estable de entrenamiento con pesas que te ayude a controlar el peso durante esta etapa. Es cierto que la menopausia implica un cambio, pero también puede marcar el comienzo de un estilo de vida más saludable y de un cuerpo en el que te sientas más cómoda. ¡Decídete a lograrlo!
Tu nutricionista,
Sabrina Hernández.