La diferencia entre estas valiosas herramientas contra el COVID-19
Aunque no está dicha la última palabra y es un tratamiento que sigue estudiándose, dado el momento tan crítico en el que nuestra salud pública se encuentra, a principios de noviembre la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) dio una noticia que fue un inmenso alivio en esta batalla “cuerpo a cuerpo” contra el coronavirus. Se trata de la aprobación del uso de emergencia de anticuerpos monoclonales bamlanivimab contra el COVID-19. (.) ¡Sin lugar a dudas, junto a la aprobación de las vacunas, fue una de las mejores noticias del 2020!
Pero, ¿es realmente confiable?
¿En qué se diferencia de las vacunas?
¿Lo puedo usar de manera preventiva al COVID-19?
Son preguntas que todos nos hacemos. Por eso Dr. Juan Rivera quiso explicarlo en sus redes sociales, de la manera en que solo él sabe hacerlo y que puedes ver en este video.
Y aquí te aclaramos algunas de las principales inquietudes.
¿En qué se diferencia de las vacunas contra el COVID-19?
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Las vacunas deben ponerse antes de contagiarse de COVID-19 para evitarlo o ayudar a que, si nos infectamos, los síntomas sean menores.
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Esto se logra introduciendo material genético o proteínas que estimulen nuestro sistema inmunológico para que genere anticuerpos que nos defiendan.
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En cambio, el tratamiento de anticuerpos se usa cuando la persona ya contrajo el virus para ayudar al cuerpo a neutralizarlo.
¿Cómo funciona este tratamiento de anticuerpos?
El término “anticuerpos monoclonales’ es un poco complicado, pero en palabras simples se trata de proteínas sintéticas, es decir, que se crean en un laboratorio, para que cumplan la función similar al sistema inmunológico, dándole “pelea” al virus. Y en este caso, el llamado anticuerpo bamlanivimab ataca a la proteína principal del coronavirus, evitando que entre y se pegue a nuestras células. De esa manera neutraliza su poder. (.)
Este tratamiento de anticuerpos no es algo nuevo para la medicina, pues se conoce desde hace unos 50 años y tiene bastante éxito tratando muchísimas enfermedades, incluyendo algunos tipos de cáncer y sida.
El estudio que motivó la decisión de la FDA mostró que la carga viral de los pacientes, tratados con este anticuerpo, bajó de manera considerable y por eso solo un 3% de ellos necesitó llegar a las salas de emergencia o ser hospitalizado, aun tratándose de personas con alto riesgo de que su estado de salud se complicara. (.)
¿Sirve para todos los casos de coronavirus?
No. Este tratamiento no sirve para todos los casos. O al menos, su aprobación de uso de emergencia no es tan amplia por ahora. Las indicaciones de la FDA dicen que puede usarse en:
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Personas que hayan dado positivo a las pruebas para detectar el virus.
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Casos considerados de leves a moderados, pero que corran riesgo de complicarse e incluso, llegar a ser hospitalizados.
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Niños a partir de los 12 años, que pesen al menos 88 libras.
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Adultos, incluyendo pacientes de más de 65 años que tienen condiciones médicas crónicas. Y es precisamente este último grupo la prioridad para su uso, por ahora.
Los estudios que existen hasta el momento muestran que no es efectivo en casos de pacientes graves, que ya están hospitalizados y reciben ventilación asistida o tratamiento de oxígeno. Incluso, puede empeorar su estado. (.)
¿Puedo comprar este tratamiento en la farmacia y aplicármelo en casa?
No. La única manera de recibir este tratamiento es a través de tu médico, en un hospital, pues debe ser administrado en una dosis por vía intravenosa.
Este tratamiento de anticuerpos actualmente está disponible en todos los hospitales del país.
La transfusión dura aproximadamente una hora. Luego, el paciente permanece bajo observación por otros 30 a 45 minutos. Después de eso, si todo está bien, puede regresar a su casa.
¿Tiene efectos secundarios adversos?
Como todo medicamento, eventualmente puede tener algunos efectos secundarios. Por eso es que el tratamiento se hace en los hospitales y bajo supervisión médica. Pero hasta ahora han mostrado ser menores que los riesgos del virus en sí. Por ejemplo, pudiera tener síntomas de anafilaxis, como falta de aire, hinchazón, urticaria o disminución de la presión, entre otras. De la misma manera que pudiera tener otros síntomas que son comunes en las transfusiones como náuseas, dolor de cabeza, diarrea y vómitos.
Rapidez: el factor clave a tener en cuenta
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Lo más importante es que si una persona tiene síntomas de coronavirus, como fiebre, dolor muscular y diarrea, debe realizarse la prueba lo más pronto posible.
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Si el resultado es positivo, debe preguntarle a su médico de inmediato por este tratamiento, para que él analice si la persona cumple con los criterios para su uso.
¿Por qué es tan importante hacer esto lo antes posible?
Porque el protocolo que exige la FDA para usar este tratamiento en los pacientes con coronavirus tiene una ventana de tiempo. Esto no es por capricho, sino porque mientras más pronto entran los anticuerpos al organismo, menos tiempo le damos al virus de seguir reproduciéndose y más fácil es neutralizarlo.
Otra cosa que no debemos olvidar es que este tratamiento tiene una “aprobación de uso de emergencia”. Es decir, la FDA se basa en la información que hay disponible y que muestra que, hasta ahora, son más los beneficios que los riesgos potenciales, pero continúa observando de cerca cómo evoluciona el tratamiento.
Podemos confiar en que la ciencia sigue trabajando a marcha forzada, 24 horas al día, siete días a la semana por todos nosotros. Y es que, en esta lucha, remamos en la misma dirección o seguiremos lamentando la pérdida y el deterioro de miles de vidas más.
Estas buenas noticias no son la excusa para relajar las medidas de cuidado. Al contrario. Nos dan un inmenso rayo de esperanza y nos invitan a ser más responsables que nunca por nosotros y por aquellos a quienes más amamos.
Seamos más saludables, ¡juntos!
Tus amigos Santo Remedio