Dicen que las mujeres llevan las de perder en cuanto a salud. Si bien, hay muchos puntos en contra, como los factores hormonales, que son un laberinto, no siempre tiene que ser así. Y marzo es la mejor excusa para hacer sonar la alarma que deberían poner más seguido las mujeres. Pues, guste o no, la salud pasa la cuenta de manera distinta en muchos aspectos en comparación con los hombres. Y lamentablemente cuando toman control, suele ser demasiado tarde. Por ejemplo, el 12% de las mujeres en Estados Unidos corre el riesgo de sufrir de cáncer de seno en algún momento de su vida (1). Mientras que la posibilidad de que a un hombre le ocurra es inferior al 1%. (2)
La Sociedad Americana Contra El Cáncer estima que 21,410 mujeres este 2021 serán diagnosticadas con cáncer de ovario y 14,480 con cáncer del cuello uterino, a lo que se suman también los casos de obesidad y sus consecuencias como la diabetes. (3) (4)
Además de esto y de acuerdo a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, hay ciertos problemas a los que las mujeres deben poner especial atención (5):
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Alcohol: aunque los hombres son mucho más propensos al alcoholismo, hay más de 5 millones de mujeres en el país que están atrapadas en este problema con el agravante de que eleva el riesgo de cáncer de seno, de enfermedad cardiaca y de traspasar los problemas al feto en caso de embarazarse. (6)
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Problemas cardíacos: Es más común que una mujer muera tras un ataque cardiaco que el hombre y es la primera causa de muerte en ambos sexos en el país. (5)
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Salud mental: hay mayor posibilidad de ansiedad y especialmente de depresión. (7)
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Osteoartritis: Una de las enfermedades que genera mayor discapacidad física en el país debido principalmente al dolor de las articulaciones también ocurre con más frecuencia en las mujeres que en los hombres. (5)
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Enfermedades de transmisión sexual: Son muy frecuentes, con síntomas confusos, mucho más complejas y suelen tener consecuencias más graves en las mujeres. (5)
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Estrés: De acuerdo a datos de la Asociación Americana de Psicología, las mujeres son más propensas a sufrir de estrés y sus efectos en la salud pueden afectar la capacidad de quedar embarazada, entre muchos otros efectos. (7)
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Accidente cerebrovascular: Otro punto en el que van perdiendo, ya que es más común en mujeres que en hombres. Y además de los factores de riesgo que aplican para ambos, hay aspectos que son exclusivos de la mujer, como el uso de terapia de reemplazo hormonal y la grasa acumulada que da “forma de manzana”. Es decir, alrededor del vientre, especialmente después de la menopausia. (5)
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Problemas del tracto urinario: Problemas como la incontinencia urinaria afecta el doble que en los hombres. (5)
¿Dónde está la raíz del problema?
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Las hormonas de las mujeres, debido a la capacidad para gestar, son mucho más complejas y cambiantes. Y esos procesos afectan de manera distinta la salud en general en las diversas etapas de la vida, porque intervienen en el proceso metabólico, en el manejo del peso, el desbalance de azúcar, digestión, el buen funcionamiento del corazón, la estabilidad del cerebro y sus funciones, hasta aspectos externos como la apariencia de la piel. (8)
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Los estrógenos por ejemplo, intervienen en la obesidad de la mujer, y durante la edad reproductiva tiene efectos que protegen la salud del corazón. Con la llegada de la menopausia todo eso cambia, retardando el metabolismo, aumentando la grasa, disminuyendo la masa magra, acelerando el envejecimiento, entre una lista de efectos, que, sin embargo, en su mayoría pueden ser controlados y tratados.
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Pero el mayor problema es que las mujeres, especialmente las hispanas, dejan pasar demasiado tiempo antes de acudir a revisiones de rutina e incluso, una vez diagnosticadas, también demoran en someterse a tratamiento. Grave error.
La tarea por hacer
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Ponerte atención. Sacar tiempo para las citas de rigor y las preventivas. Las revisiones anuales de rutina de lípidos, azúcar, además de la mamografía y papanicolaou son indispensables.
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Si estás pasando por cambios de ánimo o episodios depresivos, busca ayuda profesional. Contar con un círculo familiar, de amigos, de iglesia es fantástico, pero no siempre es suficiente. La terapia psicológica no es un lujo, sino una necesidad en muchos casos… A decir verdad, en la mayoría. Y puede ayudar a mejorar las relaciones familiares, laborales y la calidad de vida en general.
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Preocúpate de comer bien. Aliméntate de acuerdo a tus necesidades como mujer, enfocándote de manera especial en productos frescos, frutas y vegetales. ¿No sabes cómo empezar? Revisa nuestras dietas y planes de vida donde puedes encontrar menús completos para guiarte.
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Descarta los “factores de riesgo” de todo orden: desde el cigarrillo, exceso de alcohol, azúcar, grasas y alimentos procesados, los hábitos tóxicos e incluso, personas que no apoyan tu bienestar.
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Dale tiempo a tu cuerpo para activarse. Muchas mujeres que se cuidan si no se ejercitan, no logran ver cambios positivos en su salud, pues dejan de lado este factor porque creen que con la apretada agenda como madres, esposas y profesionales es más que suficiente. “Llenarse de actividades” no significa estar activa. Si la excusa es el tiempo, planifica tu próximo “happy hour” con tu mejor amiga caminando por el parque y no sentadas frente a una copa. Incluso, si no se pueden encontrar físicamente por la pandemia, conéctense mientras hablan por teléfono.
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Relájate y descansa como la reina que eres. ¿Llegó la noche y no alcanzaste a organizar el clóset de tus hijos? Déjalo para otro día y de paso, les enseñas cómo hacerlo. Tú, prepara un baño de tina a tu gusto, ponte una mascarilla en el rostro y disfrútalo por 30 minutos. Luego ve a la cama y duerme antes de lo programado. Ese tiempo puede ser el principio de días mejores.
Celebra tu mes dedicándote tiempo, consintiéndote y poniéndole atención a tu cuerpo, tu mente y TUS necesidades como mujer.
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Sé muchísimo más saludable y cariñosa ¡contigo!
Tu equipo Santo Remedio