Después de disfrutar de una abundante comida (o simplemente después de ver las noticias), es posible que hayas sentido indigestión (ese malestar o ardor entre las costillas), lo que significa que tienes dificultad para digerir esa comida en particular. La gastritis es un problema diferente y potencialmente más grave, pero se puede entender fácilmente.
¿Qué es la gastritis?
Tu estómago descompone los alimentos que ingiere con un ácido muy potente. Una membrana recubre el estómago y produce una mucosidad espesa que evita que el ácido lo dañe.
La gastritis es una afección en la que el revestimiento del estómago se inflama, lo que permite que el ácido (¡casi tan poderoso como el de las baterías!) irrite y dañe la pared estomacal. Cuando no se trata, la gastritis puede provocar úlceras.
Los síntomas más comunes de la gastritis son ardor en el estómago, náuseas, vómitos y una incómoda sensación de llenura en la parte superior del abdomen después de comer.
¿Qué causa la gastritis?
La gastritis es causada por debilidad en el revestimiento del estómago. Este no puede contener el ácido, provocando heridas e inflamación. Además, una infección bacteriana llamada H. pylori también puede causar gastritis.
Hay varios factores de riesgo que influyen en la probabilidad de que experimentes gastritis. Algunos de estos no los puedes controlar, como la edad y la genética; hay personas que pueden desarrollar gastritis debido a una enfermedad autoinmune, en la que el cuerpo se ataca a sí mismo.
La buena noticia es que puedes encargarte de ciertos factores de riesgo, tales como:
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Uso excesivo de analgésicos no esteroides (AINE) como aspirina e ibuprofeno (Advil, Motrin).
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Consumo excesivo de alcohol.
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Demasiado estrés y durante mucho tiempo.
Para la mayoría de las personas, la gastritis no es grave y puede prevenirse o resolverse con tratamientos no invasivos.
Lo que NO deberías hacer si tienes gastritis
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En primer lugar, antes de intentar agregar tratamientos naturales, intenta eliminar los alimentos y sustancias que podrían estar causando el problema.
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Sigue una dieta antiinflamatoria y come alimentos más ligeros; no es muy sofisticado, pero sí muy eficaz: muchas frutas y verduras, cereales integrales, frijoles y verduras.
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Evita los azúcares añadidos y reduce el consumo de alimentos grasos y procesados.
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No uses analgésicos AINE cuando necesites alivio temporal del dolor.
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Busca formas de eliminar las situaciones que te estresan e intenta aliviar tu estrés con meditación, respiración profunda o ejercicio.
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Reduce el consumo de alcohol a la mitad.
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No fumes. Fumar puede dañar el revestimiento del estómago y aumentar el riesgo de gastritis.
Remedios naturales para la gastritis
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Ajo: la investigación sugiere que un suplemento de ajo puede reducir los síntomas de la gastritis. Comer ajo crudo machacado también puede ayudar.
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Té negro y verde: un estudio mostró que beber té verde o negro al menos una vez a la semana podría reducir la vulnerabilidad de una persona ante la bacteria H. pylori, que causa la gastritis.
Tu médico puede orientarte si necesitas un tratamiento adicional, pero esperamos que puedas controlar la gastritis por tu cuenta con algunos cambios simples en tus hábitos y dieta.
Seamos más saludables, juntos.
Tu equipo Santo Remedio