¿A quién no le encanta lucir unos brazos definidos y firmes? ¿O un abdomen tan marcado como el de alguna famosa? Y está bien. Pero ese mismo entusiasmo y dedicación debemos tenerlo a la hora de “entrenar” nuestro cerebro. Eso, si queremos que las conexiones que hay entre nuestras neuronas no se desgasten y deterioren más rápido de lo normal por el avance de la edad. Incluso, se ha demostrado que el ejercicio mental puede mejorar las funciones y frenar el deterioro cognitivo en los adultos a pesar del tiempo. (1) Así es que ¡manos a la obra!
Desafíos cerebrales en línea
Estar todavía aislados en muchos puntos del mundo no es excusa para entrenar el cerebro, ya que la mayoría de los juegos se realizan a solas y la tecnología ofrece muchas opciones. De hecho, un par de años antes de la pandemia se realizó un estudio pequeño en Arabia Saudita sobre el uso de un programa computarizado de juegos de entrenamiento cerebral en adultos sanos. Se estudió a 51 personas usando este método por 15 minutos diarios, siete días a la semana, durante 3 semanas, con el propósito de ver el impacto en la capacidad de atención y memoria, en comparación con las funciones que tenían al inicio de la investigación. Los juegos incluían desafíos de velocidad de procesamiento, memoria visual y atención, entre otros. Los resultados mostraron una mejora significativa en el nivel de rendimiento y otras funciones como atención y memoria. (2)
Lee y escucha tu voz
No necesitas ser un maestro en tecnología para mantener tu cerebro en forma, las actividades básicas que hacían nuestros abuelos son tan efectivas como las computarizadas. En un estudio realizado en Japón se comprobó que la lectura en voz alta activa las cortezas temporal y frontal bilateral, en comparación con la lectura normal, al procesar el sonido, paralelamente a la lectura. Además, esta puede ser una actividad doblemente funcional si se realiza como “método de conexión” emocional, leyendo cuentos o historias para los nietos, por ejemplo. Si no están en el mismo lugar, pueden crear sesiones de lectura a través del teléfono con videollamadas o llamadas simples, convirtiendo el ejercicio en un momento de encuentro generacional maravilloso e inolvidable, tanto para los niños como para los adultos mayores. (3)
Suma y déjate seducir por los números
Al igual como ocurre con la lectura en voz alta, diversas investigaciones han comprobado que resolver problemas aritméticos simples puede ayudar a mejorar las funciones de aprendizaje y de velocidad de procesamiento, memoria a corto plazo y de trabajo, entre otros aspectos, especialmente en personas mayores.(4)
También puedes agregar juegos de números como sudoku y crucigramas, que alternan letras y números. Ambos son excelentes para mantener el cerebro activo. (5)
Desafía tu lado débil
Estamos acostumbrados a utilizar nuestro lado dominante (derecha o izquierda) para realizar las principales actividades como escribir, cocinar, peinarnos o recoger algo del suelo. Un ejercicio muy sencillo es ¡poner a prueba diariamente el lado contrario por unos minutos! Esto para activar el hemisferio del cerebro que siempre está “de vacaciones”. La idea es hacerlo en actividades en las cuales no corramos riesgos: por ejemplo, lavarse los dientes, peinarse, recoger algo, etc. Puedes comenzar haciéndolo frente a espejo hasta acostumbrarte. (6)
Organiza tus pensamientos
Otras investigaciones han mostrado que el entrenamiento mental sistemático, como el que se realiza en la práctica de la meditación también es una excelente herramienta para la plasticidad del cerebro.
Esto parece ocurrir debido a la dificultad de mantener el enfoque y su duración. Estas prácticas físicas que incluyen también manejo de la respiración parecen producir cambios positivos en la estructura y función del cerebro. (7)
Pon a prueba tu olfato
Se ha comprobado que la memoria se activa al evocar ciertos olores relacionados a nuestra infancia o momentos, lugares y personas importantes en nuestra vida. De la misma forma, hay olores, que aun siendo nuevos, promueven la relajación, la concentración y claridad mental. Estas acciones en general, provocan emociones positivas, mejoran el estado anímico, disminuyen el estrés y los marcadores de inflamación que pueden afectar nuestro cerebro. Por lo tanto, son un impulso al buen mantenimiento de nuestras funciones cognitivas. (8)
Un ejercicio simple es poner a prueba nuestra mente oliendo un alimento e intentando distinguir sus ingredientes. Por ejemplo, puedes comenzar con uno que contenga especias y olores más identificables como un postre de chocolate, clavos, cúrcuma y canela. O un plato típico que te lleve a los recuerdos de tu infancia. También puedes evocar recuerdos agradables poniendo aceites esenciales o inciensos con un aroma específico.
-
Por cierto, el ejercicio físico también juega un rol importante en el buen mantenimiento del cerebro y sus funciones. De acuerdo a un estudio colabora con la plasticidad de las neuronas, frenando los factores que las atrofian, así como fomentando la formación de nuevas neuronas, mejorando con esto la función cerebral. (9)
-
También es importante tener en cuenta que la alimentación adecuada con vegetales de hojas verdes, frutas como arándanos, nueces, cacao, grasas saludables como aguacate y pescados azules, además del consumo de productos como omega 3, cúrcuma, ginseng, vitaminas E y del complejo B, entre otras, siempre serán parte importante de una buena nutrición para cumplir esas funciones que necesitamos mantener hasta el fin de nuestros días. (10) (11)
¡Pongamos en forma nuestro cerebro, juntos!
Tu equipo Santo Remedio