La llegada de los días soleados y más largos aumentan nuestras ganas y tiempo para disfrutar del aire libre. ¡Eso es maravilloso! Pero, ¡ojo! Eso también significa que nuestra piel, que ha estado protegida bajo capas de ropa, bajo techo y reseca por la mezcla de frío y calefacción artificial, necesita un poco de ayuda para recuperar la humedad, fortalecer sus capas, activar el colágeno y la elastina, entre otros aspectos, que le permitan estar lista para disfrutar de los rayos del sol. Por eso, vamos a guiarte sobre los principales ingredientes que necesitas sumar tanto a tu dieta, como en productos tópicos y suplementos para tener tu piel preparada para estos días primaverales que tanta falta nos hacen.
Resveratrol
Es una sustancia que puede hacer que parezca que el reloj trabaja a tu favor. Sus potentes propiedades antioxidantes son consideradas de gran ayuda para detener el daño que los radicales libres hacen en la piel cuando se produce la oxidación de nuestras células. Uno de sus grandes méritos es que puede atravesar la barrera cutánea para proteger la piel del envejecimiento, aumentando además la producción de colágeno, fortaleciéndose para que el sol y los elementos externos no la dañen. (1)
Puedes buscar cremas y lociones que lo contengan, pero también es una buena recomendación consumir productos como uvas rojas, moras y arándanos que lo poseen. De la misma manera que puedes usarlo como suplemento. (2)
Biotina
Llamada también vitamina B7, la biotina para muchos expertos en piel se trata del suplemento estrella, ya que se encarga de proveer fuerza, brillo y vitalidad no solo a nuestra piel, sino también al sistema tegumentario, que incluye cabello y uñas. Se ocupa, además, de reparar el tejido, especialmente cuando hay condiciones de deterioro o daño debido a su papel trascendental en la producción de queratina, una proteína fundamental de piel, uñas y cabello. (3)
Un estudio realizado en personas entre 20 y 25 años con dermatitis atómica demostró que cuando se usa un ungüento con biotina puede ayudar a mejorar la condición de la piel. (4)
Parte de la producción regular de biotina la hacemos a través de nuestra flora intestinal y también se encuentra disponible en alimentos como las vísceras de animales (como hígado o riñones), en productos lácteos, en setas y vegetales como las batatas, huevos, pescados, legumbres, cereales integrales y chocolate negro, entre otros. Sin embargo, no todas las personas logran obtener la cantidad suficiente. Por eso, agregarla como suplemento es una buena opción, ya que una dosis diaria de biotina puede ayudar a fortalecer la piel, las uñas y el cabello, mejorando también su textura, mientras combate afecciones. (5)
Colágeno
Lo escuchamos por todas partes como sinónimo de una piel lozana y de apariencia más juvenil. Y quienes lo dicen no se equivocan, porque hay abundante investigación sobre esta proteína que necesitamos para el buen mantenimiento de todos los tejidos conectivos como piel, huesos y articulaciones. Las fibras de colágeno que tenemos de manera natural se van deteriorando con el tiempo, especialmente con los elementos externos, por eso se hace necesario apoyar su regeneración. (6)
Hay ciertas fuentes naturales de colágeno como la carne, aves de corral, pescados azules, caldos concentrados de huesos, huevos, limones, cebollas, frutos secos, gelatina animal, tomates y productos lácteos. Pero, con la variedad de dietas y alergias alimentarias, muchas veces no se consume lo suficiente.
Una revisión de estudios clínicos para determinar la eficacia del colágeno, publicada por la revista Journal of Drugs in Dermatology, el 2019, determinó que usar suplementos es más eficaz que su uso tópico, mostrando que puede mejorar la elasticidad, hidratación de la piel y la densidad del colágeno que hay en la dermis o capa interna de la piel. También tuvo buenos resultados en la cicatrización de heridas y disminuyendo el envejecimiento de la piel a corto y largo plazo. (7) De igual forma, se ha estudiado el uso de colágeno en combinación con vitamina C, zinc, biotina y vitamina E. Pues todos trabajan en función de mejorar la elasticidad, hidratación y textura de la piel, que es lo que necesitamos para evitar su deterioro. (8)
Vitamina C
Nuestra piel en sí ya contiene bastante vitamina C, especialmente en la dermis, que se encarga de nutrir la capa superior o epidermis, que es la que mostramos. Y tiene tanta, porque necesita de este antioxidante y nutriente para diversas tareas, entre esas, estimular la producción de colágeno y proteger la piel del daño ambiental, especialmente el que producen los rayos ultravioletas del sol. (9)
Sabemos que podemos encontrarla y consumirla de fuentes naturales como las frutas cítricas, fresas, kiwis o vegetales como brócoli y pimientos rojos. Sin embargo, mantener los productos refrigerados, fumar o tener algunos trastornos de salud provocan menos absorción de este antioxidante. Por eso, agregarla a nuestro cuidado personal, es una decisión sensata.
La aplicación tópica de vitamina C es un buen paso para la capa externa de la piel, pero para ayudar al proceso completo de nutrición y producción de colágeno, que permita mantenerla saludable, se requiere su ingesta. Se ha comprobado que enfermedades relacionadas a deficiencia de vitamina C presentan fragilidad de la piel y otros tejidos como las encías que sangran, mala cicatrización de las heridas e incluso, cabello más frágil (9). Por eso, como suplemento, así sea en la dosis mínima, puede ser de gran ayuda para una piel luminosa, radiante y sana.
Zinc
Es un mineral tan sencillo, pero con inmenso poder, ya que de la misma manera que puede impulsar nuestras defensas, mejora nuestra “capa protectora”. En realidad, su papel es trascendental en el crecimiento y mantenimiento de diversos tejidos. Se ha demostrado que cuando hay deficiencia adquirida de zinc o alteraciones en su metabolismo en recién nacidos, pueden ocurrir trastornos en la salud de la piel, a nivel genético.(10)
El zinc también juega un rol fundamental en tratamientos contra el acné, dermatitis atópica e hidradenitis supurativa, debido a que tiene efectos antiinflamatorios en la piel (11). En general, se ha probado que el zinc ayuda a mantener la salud cutánea debido a su apoyo en el metabolismo de enzimas y proteínas que participan del proceso de renovación de la piel, en la cicatrización de heridas y disminuyendo la inflamación. Cuando hay alteraciones de la piel, hay mayor demanda de zinc. Por esta razón, aunque también lo podemos obtener de fuentes naturales como carnes rojas, ostras o frijoles y frutos secos, como suplemento ayuda a satisfacer esos requerimientos adicionales. (12)
Prepara tu piel, manteniendo tu cuerpo hidratado y bien nutrido. Cuando salgas al sol no olvides aplicar un producto de protección para rayos ultravioletas y cubrirte con sombrero, especialmente si estás cerca del mediodía. Exponte al aire libre de manera gradual. No es recomendable que quieras suplir meses bajo techo con solo un par de días de sol. Regálate días más brillantes y alegres, cuidando tu carta de presentación al mundo.
Seamos más saludables, juntos.
Tu equipo Santo Remedio