Durante el 2020 la vitamina D se convirtió en una herramienta complementaria esencial para ayudar a fortalecer nuestras defensas, suplir, en muchas ocasiones, la falta de sol y apoyar de distintas maneras nuestra salud. De hecho, prácticamente ya no sólo se habla de esta como vitamina o micronutriente, sino como hormona, pues interviene en casi todos nuestros órganos y sistemas. Pero siguen apareciendo investigaciones mostrando que todavía nos queda mucho por descubrir de ella, especialmente relacionado a uno de nuestros principales problemas: la diabetes.

Los resultados de un metanálisis, realizado en China y publicado el 2019, mostraron que la suplementación de vitamina D actúa sobre el metabolismo de la glucosa en personas con diabetes tipo 2, ayudando a controlar el índice glucémico. De un total de 19 estudios que fueron considerados, con un total de 747 personas, se demostró que la vitamina D ayuda a disminuir la hemoglobina A1c, la resistencia a la insulina y la insulina a corto plazo. (1)

En realidad, son varios los estudios tanto epidemiológicos como de intervención que han mostrado la relación entre una deficiencia de vitamina D y mayores probabilidades de desarrollar resistencia a la insulina, disminución de la secreción de insulina y diabetes tipo 2. De hecho, sugieren que una baja de esta vitamina en el organismo debería considerarse un factor de riesgo tanto de la diabetes como del síndrome metabólico. De acuerdo a un estudio realizado en Alemania, el enfoque debe estar en personas que sufren de deficiencia de vitamina D, ya que, cuando se nivela, no sólo se mejora el metabolismo de la glucosa, sino también disminuye el riesgo de mortalidad. (2)

Por otro lado, el año 2017, un estudio realizado en Inglaterra, también mostró que la deficiencia de vitamina D se relaciona con la diabetes (3). Según este, se debería a que tiene un importante papel en el proceso de liberación de insulina por las células pancreáticas beta. Estas células pueden frenar la resistencia a la insulina. Sin embargo, cuando tienen demasiado trabajo, van deteriorándose y muriendo rápidamente. ¿Qué papel juega la vitamina D en todo esto? Pues:

• Colabora reduciendo la inflamación, lo cual ayuda a combatir la resistencia a la insulina.

• Mantiene el buen estado de las células beta.

• Evita las alteraciones genéticas relacionadas a la diabetes.

• Interviene en diversos procesos a nivel celular, que al ser afectados, derivan en el desarrollo de enfermedades como la diabetes.

¿Cómo sabemos si tenemos deficiencia de vitamina D?

Aunque hay síntomas a nivel de salud ósea como el dolor y debilidad muscular o de los huesos que nos dan un indicio de que podríamos estar necesitando una dosis de vitamina D, realmente la manera de comprobarlo es hablando con nuestro médico para que nos ordene realizar pruebas de laboratorio de 25-hidroxi vitamina D. Por lo general, se estima normal un nivel que marque entre 40 a 60 ng/ml. (2)

No podemos olvidar que la vitamina D también se considera un micronutriente esencial para mantener el sistema fortalecido y poder contrarrestar los efectos de infecciones respiratorias como el covid. Se ha observado que incluso los pacientes del coronavirus hospitalizados responden mejor cuando son sometidos a la suplementación de vitamina D. Sus síntomas son menos severos, permanecen menos tiempo hospitalizados y hay menor incidencia de muertes (4). También se ha comprobado que interviene en la salud cardiovascular (5). Todos, aspectos relacionados a nuestra capacidad para responder a las enfermedades en general.

Pero sin lugar a dudas, conocer la importancia de esta vitamina u hormona en la manera en que se procesa la glucosa en nuestro cuerpo es otro gran motivo para que nos aseguremos de tener la cantidad suficiente. Ya sabemos que nuestra salud no puede fallar por ningún costado.

Sigamos siendo más saludables, juntos.

Tu equipo Santo Remedio