Las vitaminas que las mujeres necesitamos en cada etapa de la vida

A medida que van pasando los años, nuestras prioridades y nuestros cuerpos van cambiando. Cada década trae sus procesos, por lo que estar consciente de ellos es de gran ayuda para darle a tu salud el cuidado necesario. Permanecer saludable en cada etapa debe ser una prioridad para prevenir enfermedades, así como para tener una vida feliz y armoniosa. Aquí te compartimos algunas recomendaciones para que las pongas en práctica. 

Entre los 20 y los 30 

• Si vas a tener hijos debes preparar tu cuerpo para un embarazo sano. 
• Por eso los especialistas recomiendan el ácido fólico que es una de las vitaminas del complejo B y un componente principal del cuidado prenatal. Su deficiencia puede ocasionar defectos en el desarrollo del bebé, al igual que anemia en la madre(1). Algunos alimentos que lo tienen son el brócoli, las espinacas, la coliflor, el aguacate y las legumbres, entre otros. 
• También es importante proteger tu sistema inmune a cualquier edad, por lo que tener a mano un buen suplemento de Equinácea te ayudará a mantenerte lejos de los virus que circulan por ahí. 

Entre los 30 y los 40

• Con el paso del tiempo, adquirimos más responsabilidades. Sin embargo, algunas de estas deberían ser tener hábitos saludables como hacer ejercicio de forma consistente, mantener el peso, dejar aquellas comidas que no aportan nutrientes y conocer mejor nuestro cuerpo. 
• Según expertos, este es un buen momento para comenzar a cuidar de tus huesos, ya que la densidad ósea alcanza su punto máximo a los treinta. Por eso consumir alimentos con calcio va te ayudará a estar fuerte.
• También lo hará un suplemento de vitamina D. Esta vitamina es importante para el metabolismo celular, la inmunidad y para prevenir la osteoporosis, entre otros. (2)

Entre los 40 y los 50

• El calcio y la vitamina D cobran mayor importancia en esta década, en la que a veces nos volvemos más sedentarios. 
• La ingesta de calcio es útil en la prevención y el tratamiento de la osteoporosis, que se ha convertido en uno de los problemas de salud pública más graves en todo el mundo(3). 
• Mientras que, los cambios hormonales pueden provocar aumento de peso, incrementando los problemas a los huesos y articulaciones. Por eso, mantenerte activa físicamente y tener un plan alimenticio adecuado pueden ser la clave para estar en forma y disminuir sus efectos. Si estás en la búsqueda de un plan efectivo que se ajuste a tu estilo de vida y a tus necesidades, el sistema Entalla es una gran alternativa, saludable y sencilla, que abarca todos los aspectos. 

Entre los 50 y los 60

• Además de los suplementos ya mencionados, llevar el cuidado de tu salud a otro nivel es la clave del bienestar. En esta etapa se trata de disfrutar más los frutos de tu trabajo, pues la vida cobra otro sentido, para lo cual es necesario estar saludable. 
• Es momento de apoyar el cuidado de tu cabello, piel y uñas. Asegúrate de usar protector solar (en cada década de tu vida), además de consumir biotina. Esta vitamina es una aliada que puede ayudar a mejorar la raíz del pelo y el cuero cabelludo, contribuyendo a una melena abundante(4). 
• Que tampoco te falte el colágeno, una de las proteínas más importantes en el cuerpo humano. A medida que envejecemos, el colágeno natural disminuye, reduciendo la fuerza y elasticidad de la piel, por lo que un suplemento te puede ayudar a nutrirla junto al cabello y las uñas. 

Entre los 60 y los 70

• Llegan los años dorados y con ellos, la posibilidad de tener una vida plena, llena de actividades laborales o recreativas. Gozar de una buena salud en esta etapa es el resultado de lo que hiciste en las décadas anteriores. 
• Continuar con tus suplementos debe ser parte de tu rutina, al igual que la actividad física, el compartir con amigos, y mantener una vida animada. 
• Asegúrate de agregar vitamina B12 que te puede proteger contra enfermedades crónicas y colabora para que el sistema nervioso este saludable. También participa en la conversión de nutrientes en energía, por lo que ayuda a mantenerla y apoya el metabolismo. (5)

Entre los 70 y los 80

• Te das cuenta de que la vida es un suspiro y que el secreto de la felicidad está en la buena salud, en tener paz interior y disfrutar las cosas simples con quienes amas. 
• Tu corazón y tu cerebro necesitan más atención que antes, por eso es un buen momento para agregar más Omega 3 a tu dieta, ya que ayuda a fortalecer tu salud cardiovascular y cerebral, y a mantener niveles saludables de colesterol. 
• Consume más sardinas, salmón, caballa, anchoas y recuerda tener una caminata diaria, de al menos media hora. Continúa leyendo y aprendiendo cosas nuevas. No importa la edad que tengas, dale a tu salud lo mejor.

No olvides que la vida es el regalo más preciado que tienes. Cuidarla en cada etapa es la mejor manera de amarte a ti misma. Si tu estás bien y saludable, podrás cuidar mejor de quienes te rodean. Nunca es tarde para cambiar tus hábitos y vivir como realmente deseas y mereces.

Seamos más saludables, juntos.

Tu equipo Santo Remedio. 

Referencias

1. Talaulikar VS, Arulkumaran S. “Folic acid in obstetric practice: a review.” Obstet Gynecol Surv. Vol.66(4):240-7. Apr 2011 doi: 10.1097/OGX.0b013e318223614c. URL:https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21756406/
2. Carlberg C. “Nutrigenomics of Vitamin D.” Nutrients. Vol.11(3):676. Mar 2019 doi: 10.3390/nu11030676. URL:https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30901909/
3. Li K, Wang XF, Li DY, Chen YC, Zhao LJ, Liu XG, Guo YF, Shen J, Lin X, Deng J, Zhou R, Deng HW. “The good, the bad, and the ugly of calcium supplementation: a review of calcium intake on human health.” Clin Interv Aging. Vol.13:2443-2452. Nov 2018 doi: 10.2147/CIA.S157523. URLhttps://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30568435/
4. Patel DP, Swink SM, Castelo-Soccio L. “A Review of the Use of Biotin for Hair Loss.” Skin Appendage Disord. Vol.(3):166-169. Aug 2017 doi: 10.1159/000462981. URL:https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28879195/
5. Ryan-Harshman M, Aldoori W. “Vitamin B12 and health.” Can Fam Physician. Vol.(4):536-41. Apr 2008 URL:https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18411381/