¡No vayas a creer que hablamos de un ritual extraño que hace milagros! Pero practicar la técnica de alimentación consciente o mindful eating como se le conoce, no es trendy porque sí. Se trata de la manera más obvia, sensata y sencilla de llevar a cabo cualquier tipo de alimentación, con resultados concretos en nuestro bienestar, debido a que puede “reeducar” nuestras conductas alimentarias. Por otro lado, es precisamente su simpleza lo que la ha vuelto un verdadero desafío, porque nos hemos acostumbrado a ser multifuncionales, haciendo mil cosas a la vez, incluida nuestra alimentación. Pero podemos asegurarte que poner esta técnica en práctica puede marcar un inmenso cambio en tu salud.
Relación entre alimentación consciente y atención plena
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El término que se conoce como “mindfulness” o atención plena es relativamente nuevo. Lo estableció un investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, a principios de 1990 como un programa para reducir el estrés. Sin embargo, se basa en una práctica del budismo zen y comenzó a volverse popular en occidente gracias a las técnicas de meditación y relajación. (1)
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Su gran mérito es que logra ayudarnos a “aterrizar” la mente al momento presente de manera simple. No suena la gran cosa, pero debido a que nuestra vida moderna es tan agitada y tan recargada de actividades, nos acostumbramos a vivir en piloto automático, tratando de cumplir con todo de una vez. Eso es terreno fértil para que el estrés se acomode y construya su paraíso, pues de eso vive: de nuestra inquietud, aceleramiento y preocupación.
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Cuando logramos aquietar nuestra mente, concentrándose en el lugar y sensaciones del momento en el que nos encontramos, todo empieza a cambiar, ayudándonos a manejar el dolor, la dificultad para conciliar el sueño, así como la ansiedad y la depresión, entre otros problemas. Pero ojo, no es instantáneo. Es un proceso que requiere de práctica para que ver los beneficios. Y esos mismos principios son los que se aplican en la alimentación consciente. (2)
¿Cómo ayuda la alimentación consciente?
Los beneficios concretos en la salud que durante siglos han experimentado quienes practican este método como forma de vida, hoy la ciencia los empieza a comprobar:
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El hecho de comer en calma y 100% pendiente al momento permite concentrarse en el proceso, tomar mejores decisiones y modificar patrones de comportamiento alimentario que quizás hemos tenido durante toda la vida y que nos hacen mal.
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Sobre todo, ayuda a eliminar la alimentación emocional, es decir, usar la comida como excusa ante el aburrimiento, el enojo, la frustración o la tristeza, lo cual se ha visto que puede tener gran influencia en el control del sobrepeso y la obesidad.(3)
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Aunque el propósito de la alimentación consciente no es adelgazar, el hecho de estar realmente conectados a lo que comemos, hace muy probable la pérdida de peso, el mantenimiento de este y la disminución de factores de riesgo de diferentes problemas(3).
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Se ha probado que esta técnica ayuda a reducir el desorden alimentario y motiva a tomar mejores decisiones que indiscutiblemente apoyan el bienestar. (4)
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Esto ayuda a crear el camino para que una persona logre permanecer con una dieta o estilo de alimentación a largo plazo.
Por estas razones actualmente se está incorporando a tratamientos y terapias de hábitos alimentarios. (1)
¿Hay un tipo de alimentación específica que debemos seguir?
- No importa cuál sea el tipo de alimentación que llevas o decidas probar. Esto no tiene que ver ni con calorías ni con el enfoque alimentario. Puedes elegir vegetarianismo, paleo, keto, mediterráneo… ¡Cualquiera!
¿Cómo se logra la alimentación consciente de manera simple?
La idea es que si eres una persona con problemas alimentarios tengas la ayuda de un profesional en la materia, el cual pueda guiarte de acuerdo a tus necesidades específicas. Pero aquí hay algunos pasos usados en esta técnica: (1)
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Se trata de tomar conciencia de la experiencia de alimentarse, haciendo uso pleno de nuestros sentidos.
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Elige qué comer y cuándo hacerlo. No comas por cumplir un horario si no tienes realmente hambre.
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Antes de correr por la comida, bebe primero un vaso grande de agua y espera unos minutos.
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Mientras tanto, hazte la pregunta: ¿Por qué voy a comer? ¿Tengo realmente hambre o estoy aburrida, enojada o triste? Si reconoces que hay algo que te está incomodando, haz otra actividad, como ver un video que te gusta, caminar por unos minutos, salir al sol o jugar con tu mascota. Si todavía quieres comer, entonces, hazlo.
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Tómate un tiempo para comer y busca un lugar tranquilo para disfrutar de ese momento.
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Antes de probar tu comida, cierra la computadora, apaga la televisión y quítale el volumen a las notificaciones del celular. Ni siquiera te tientes a mirar videos graciosos mientras comes. Deja este tiempo SOLO para comer. Esto también te ayudará a comer menos. (5, 6)
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Selecciona alimentos de acuerdo a lo que deseas obtener: placer momentáneo o algún beneficio en tu cuerpo, como mayor cantidad de antioxidantes.
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Prepara una pequeña porción de alimentos diversos. Y comienza a probarlos uno a uno, mirando de qué se trata, oliendo, sintiendo su textura y saboreando cada bocado. Disfruta al máximo cada trocito que estás poniendo en tu cuerpo.
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No te aceleres. Mastica y procesa muy bien en tu boca lo que estás comiendo. Pregúntate cómo te sientes después de comerlo y si necesitas más.
Con la práctica, hacer mejores elecciones de nuestros alimentos, como proteínas de buena calidad, probióticos, especias antiinflamatorias como la cúrcuma, incorporar más fibra o beber suficiente agua se van volviendo parte de nuestra rutina de manera natural, porque el momento de ingerir un producto se convierte en toda una experiencia que nos hace sentir ¡verdaderamente vivos!
Cada día más personas y más profesionales de la nutrición se suman a la lista de fanáticos de la alimentación consciente, porque ven una inmensa ventana hacia mejores marcadores de salud debido a un compromiso real, orgánico y funcional con nuestros hábitos. Pruébala y disfrútala bocado a bocado, con todo tus sentidos. ¡Vive la experiencia de comer!
Seamos más saludables, juntos.
Tu equipo Santo Remedio
Referencias
1. Joseph B. Nelson, Mindful Eating: The Art of Presence While You Eat.
Diabetes Spectr. 2017 Aug; 30(3): 171–174.
doi: 10.2337/ds17-0015, PMCID: PMC5556586
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5556586/
2.Jean L. Kristeller, Kevin D. Jordan, Mindful Eating: Connecting With the Wise Self, the Spiritual Self. Front Psychol. 2018; 9: 1271. Published online 2018 Aug 14. doi: 10.3389/fpsyg.2018.01271, PMCID: PMC6102380, PMID: 30154740
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6102380/
3.Hector Morillo Sarto, Alberto Barcelo-Soler,Paola Herrera-Mercadal, Bianca Pantilie, Mayte Navarro-Gil,Javier Garcia-Campayo, Jesus Montero-Marin. Efficacy of a mindful-eating programme to reduce emotional eating in patients suffering from overweight or obesity in primary care settings: a cluster-randomised trial protocol. BMJ Open. 2019; 9(11): e031327.
Published online 2019 Nov 21. doi: 10.1136/bmjopen-2019-031327. PMCID: PMC6886952
MID: 31753880
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6886952/
4.Ariel L Beccia, Andrea Ruf, Susan Druker , Vera U Ludwig, Judson A Brewer; Women’s Experiences with a Mindful Eating Program for Binge and Emotional Eating: A Qualitative Investigation into the Process of Change. J Altern Complement Med. 2020 Oct;26(10):937-944.
doi: 10.1089/acm.2019.0318. Epub 2020 Jul 14.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32678712/
5.Jane Ogden, Nicola Coop, Charlotte Cousins, Rebecca Crump, Laura Field, Sarah Hughes, Nigel Woodger. Distraction, the desire to eat and food intake. Towards an expanded model of mindless eating. Randomized Controlled Trial Appetite 2013 Mar;62:119-26. doi: 10.1016/j.appet.2012.11.023. Epub 2012 Dec 5.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23219989
6.Suzanne Higgs, Manipulations of attention during eating and their effects on later snack intake. Randomized Controlled Trial Appetite. 2015 Sep;92:287-94.
doi: 10.1016/j.appet.2015.05.033. Epub 2015 May 29. PMID: 26032197 DOI: 10.1016/j.appet.2015.05.033
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26032197/