¿Sabías que el estrés, la ansiedad, la tristeza y otras emociones, cuando están fuera de control te pueden convertir en un Comedor Emocional? Si tienes problemas para perder peso y no sabes por qué, pero cada vez que te sientes estresado, solo, molesto o aburrido, vas por comida, quiere decir que mantienes una relación emocional tóxica con los alimentos. Lo bueno, es que siempre es posible ponerle freno e iniciar un vínculo saludable. Y para eso estamos aquí.(1)(2)
El hambre emocional y sus consecuencias
No te sientas mal si piensas que eres un Comedor Emocional. Desde que somos bebés se nos enseña a calmar nuestras necesidades de esa manera, con comida. La primera reacción de muchos adultos ante un niño con berrinches es pasarle rápidamente un caramelo, un chocolate o un helado para calmarlo. Es fácil acostumbrarse a ese chantaje emocional que encuentra su recompensa pasajera en la comida, especialmente en aquella poco saludable: postres, comida rápida, pasteles y papitas.
Buscamos en las golosinas o en la comida chatarra una manera de distraernos de lo que nos molesta o nos preocupa; es una manera de calmarnos, de recompensarnos o de satisfacer nuestras necesidades emocionales. Pero esto no funciona. Primero, porque no tratamos la verdadera causa o raíz de nuestros problemas y además, como no estamos escogiendo alimentos nutritivos, agregamos calorías, sodio, azúcar y grasas que no necesitamos y que solo nos aceleran el aumento de peso, la grasa abdominal y enfermedades relacionadas.(1)
El estrés: un pésimo consejero
El estrés es otro detonante de la comida emocional. Cuando se vuelve crónico, el cortisol, la principal hormona del estrés, hace que aumente el azúcar en el torrente sanguíneo. La que no se usa, se va acumulando alrededor de nuestro abdomen, contribuyendo al peso y a desarrollar otros problemas como la diabetes.
El estrés además libera dopamina en nuestro cerebro, la cual nos produce antojos de alimentos dulces y altera nuestro estado de ánimo. Esto funciona como un círculo vicioso. Por eso es tan importante frenarlo a tiempo. (3)
Herramientas para romper el círculo emocional
- El primer paso para superar la alimentación emocional es tener consciencia de este problema y, si es necesario, buscar ayuda profesional. Debemos observarnos y reconocer cuántas veces al día comemos sin hambre. Una buena idea es llevar un registro en un diario o en nuestro teléfono. Allí podemos anotar el estado anímico que tenemos cuando se produce el impulso de comer. Analizar esta información nos ofrece una idea más clara de las emociones que nos invaden cuando surge la urgencia de comida y podemos empezar a dar los pasos para controlarlas.
- Para lograrlo de manera más sencilla, la nutricionista de Entalla Sabrina Hernández-Cano ha creado el plan DALE de 28 días: Supera el Hambre Emocional. Este usa los principios del Modelo de Cambio de Comportamiento, una guía diseñada por profesionales, que permite lograr modificar nuestras conductas a largo plazo. De esta forma podemos aprender a reconocer nuestros estados emocionales, eliminando la búsqueda de comida como un acto reflejo. En el plan encontrarás ideas sencillas y consejos prácticos para reemplazar y evitar esos antojos, así como para mejorar el estado anímico.
- Otra recomendación es alimentarse de acuerdo a la Dieta de Bajo Índice Glucémico, incluida en el plan DALE, ya que comer alimentos bajos en azúcar y altos en ácidos grasos omega 3 ayuda a reducir el cortisol y disminuye el estré Una vez que mejoramos nuestra alimentación, también lo hace nuestro estado de ánimo y nuestro estilo de vida, ayudando a que perdamos peso.
Tip: Cuando descargues el plan, busca la receta relajante, ¡y prepárala! Te encantará.
¡Anímate a comenzar un cambio real y una mejor relación con la comida! La evidencia demuestra una y otra vez que al dar los pasos correctos en el estilo de vida, agregando actividad física, logrando el control de nuestra conducta alimentaria, aprendiendo a comer conscientemente, reduciendo nuestro estrés y regulando las emociones, podemos mejorar nuestra salud, disminuir nuestro peso y elevar nuestra autoestima. Toma el riesgo y experimenta la diferencia. ¡Estamos contigo!
Tu equipo Santo Remedio
Referencias
1.Alejandra Betancourt-Núñez 1 2 3 , Nathaly Torres-Castillo 1 3 4 , Erika Martínez-López 1 3 4 , César O De Loera-Rodríguez 5 , Elvira Durán-Barajas 6 , Fabiola Márquez-Sandoval 1 3 7 , María Fernanda Bernal-Orozco 1 3 7 , Marta Garaulet 8 9 10 11 , Barbara Vizmanos 1 2 3 7Emotional Eating and Dietary Patterns: Reflecting Food Choices in People with and without Abdominal Obesitytrients. 2022 Mar 25;14(7):1371. doi: 10.3390/nu14071371. PMID: 35405983 PMCID: PMC9002960 DOI: 10.3390/nu14071371 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35405983/
2.Mallory Frayn, Simone Livshits, and Bärbel Knäuper. Emotional eating and weight regulation: a qualitative study of compensatory behaviors and concerns.J Eat Disord. 2018; 6: 23.Published online 2018 Sep 14. doi: 10.1186/s40337-018-0210-6 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6137864/
3.S D Hewagalamulage 1 , T K Lee 1 , I J Clarke 1 , B A Henry 2 Stress, cortisol, and obesity: a role for cortisol responsiveness in identifying individuals prone to obesity. ReviewDomest Anim Endocrinol. 2016 Jul;56 Suppl:S112-20. doi: 10.1016/j.domaniend.2016.03.004. Epub 2016 Mar 31.https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27345309/