Aprender a manejar el dolor es algo que todos enfrentamos en algún momento de la vida, especialmente, a medida que envejecemos, no obstante, la mejor manera de abordarlo es desde diferentes ángulos. Según investigaciones, cuentas con un nuevo miembro en tu equipo de lucha contra el dolor y se trata de las proteínas.
Las proteínas, los combatientes del dolor
Cuando tu cuerpo digiere proteína, ésta se descompone en varios aminoácidos los cuales son cadenas de moléculas que son esenciales para muchos procesos en el cuerpo. Estos aminoácidos son el secreto que tienen las proteínas para aliviar el dolor.
Por ejemplo, uno de los aminoácidos que proviene de la proteína digerida es el triptófano, el cual es un componente necesario para la serotonina que es el neurotransmisor que afecta nuestra percepción del dolor. (1)
Poniendo los aminoácidos a prueba
Investigadores realizaron un estudio con el fin de probar el papel de los aminoácidos en la reducción del dolor. (2) En la investigación, los participantes que experimentaron dolor lumbar crónico, fueron divididos en tres grupos, cada uno de ellos, obtuvo un tratamiento diferente durante 28 días.
El primer grupo recibió Theramine que es la mezcla de aminoácidos como L-glutamina, GABA, L-arginina y L-histidina, los cuales se encuentran en la mayoría de los alimentos ricos en proteínas. El segundo grupo fue tratado con una dosis baja de un AINE de venta libre, como naproxeno o ibuprofeno.
A las personas del tercer grupo se les administró Theramine y un AINE juntos.
Los resultados revelaron que los participantes del segundo grupo, quienes solamente tomaron AINE, no experimentaron ningún cambio en su dolor durante el transcurso de la prueba. Los pacientes que recibieron Theramine informaron que su dolor lumbar se redujo en un 50%, y los del tercer grupo, con el tratamiento de Theramine más AINE, experimentaron una reducción del dolor del 63%. (3)
Otro estudio confirmó que tomar la mezcla de aminoácidos junto con una dosis baja de un AINE mejoró el dolor de los participantes en un 65%. (4)
Otras cualidades de la proteína que ayudan contra el dolor
Algunos alimentos ricos en proteínas, como el salmón, también están repletos de ácidos grasos omega-3, (5) que disminuyen la inflamación, (6) aumentan la fuerza ósea, y reducen el dolor asociado con la artritis. (7)
La ingesta suficiente de proteínas apoya la masa muscular, lo que nos mantiene fuertes, además protege las articulaciones. Las dietas ricas en proteínas ayudan a prevenir la sobrealimentación que conduce al aumento de peso. La obesidad es un cofactor del dolor crónico y la inflamación, por lo que comer para tener un peso saludable, es otra manera eficaz para aliviar el dolor. El dolor crónico puede debilitarnos física y emocionalmente. (8) No te desanimes, sigue apoyando a tu cuerpo en la lucha contra el dolor y comenzarás a ver resultado.
Seamos más saludables, juntos,
Tus amigos de Santo Remedio!
[1] Paredes, S., Cantillo, S., Candido, K. D., & Knezevic, N. N. (2019). An Association of Serotonin with Pain Disorders and Its Modulation by Estrogens. International journal of molecular sciences, 20(22), 5729. https://doi.org/10.3390/ijms20225729
[2]http://ptloffice.com/downloads/marketing/Theramine_Package_Insert_June_2015.pdf
[3] Shell, W. E., Pavlik, S., Roth, B., Silver, M., Breitstein, M. L., May, L., & Silver, D. (2016). Reduction in Pain and Inflammation Associated With Chronic Low Back Pain With the Use of the Medical Food Theramine. American journal of therapeutics, 23(6), e1353–e1362. https://doi.org/10.1097/MJT.0000000000000068
[4] Shell, W. E., Charuvastra, E. H., DeWood, M. A., May, L. A., Bullias, D. H., & Silver, D. S. (2012). A double-blind controlled trial of a single dose naproxen and an amino acid medical food theramine for the treatment of low back pain. American journal of therapeutics, 19(2), 108–114. https://doi.org/10.1097/MJT.0b013e3181f4b297
[5] Li, K., Huang, T., Zheng, J., Wu, K., & Li, D. (2014). Effect of marine-derived n-3 polyunsaturated fatty acids on C-reactive protein, interleukin 6 and tumor necrosis factor α: a meta-analysis. PloS one, 9(2), e88103. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0088103
[6] Kruger, M. C., & Horrobin, D. F. (1997). Calcium metabolism, osteoporosis and essential fatty acids: a review. Progress in lipid research, 36(2-3), 131–151. https://doi.org/10.1016/s0163-7827(97)00007-6
[7] Danao-Camara, T. C., & Shintani, T. T. (1999). The dietary treatment of inflammatory arthritis: case reports and review of the literature. Hawaii medical journal, 58(5), 126–131.
BRUSCH, C. A., & JOHNSON, E. T. (1959). A new dietary regimen for arthritis: value of cod liver oil on a fasting stomach. Journal of the National Medical Association, 51(4), 266–295.
[8] Okifuji, A., & Hare, B. D. (2015). The association between chronic pain and obesity. Journal of pain research, 8, 399–408. https://doi.org/10.2147/JPR.S55598